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04 febrero 2010


Llegadas estas fechas taaan tan señaladas, séase los exámenes, la familia vuelve a ser recordada como si nunca hubiera existido el estado del bienestar que tanto daño ha hecho a los antaño estrechos vínculos parentales. Recordada sí, pero no la propia, sino la ajena. Concretamente la de aquellos que, en un afán de comprobar cuán hondo han calado sus lecciones, nos examinan, sonrientes cual putas cucarachas cabronas vástagas bastardas de un sistema educativo caduco y en parte ineficaz.

La madre de los putos cabrones que me ponen exámenes. Sí, son reos de un sistema que les obliga a evaluar conocimientos por medio de una prueba en la que el ganador lo es en base a su capacidad de retención de datos tan interesantes cómo, caso verídico, si Franco durmió o no durmió bien aquella noche del 17 al 18 de julio de 1936. En mi opinión, le podían haber rellenado el osito con el que dormía (él lo llamaba "su pequeño Primorriverín de peluche") de una ajustada proporción 40% caramelos caducados (cuando ya parecen piedras, vamos) de la felicidad 59% TNT 1% uñas de legionario. Joder puede que hasta hubiera salido más guapo de la experiencia.

Llevo cinco años enriqueciendo mi catálogo de conocimientos chorras con porrocientosmil datos, metidos a piñón en noches larguérrimas, de los cuales he conservado menoscientosmil de ellos, la mayoría olvidados en las dos semanas siguientes a la prueba, sino caía un superpedo dos horas después, o incluso durante la mimsa. Y nunca he estado, desde los 16, 2 semanas seguidas sin pillarme un pedo. Puede que alguna vez. Pero vamos, después de haber estado 16 días seguidos bebiendo el año pasado, hasta -y esto es verídico-cagar de un color rojo calimotxo; tengo una excusa. Si es que ha de excusarse esto... ¿bueh, y por qué no? Somos jóvenes. Y golferas. Muy golferas. Eras. Eras. Peras.

Aparte de lo interesante que a los coprófagos y gente rara en general le pueda parecer la anécdota, no es en absoluto comparable a la diarrea que yo y otros tantos como yo soltamos ante las hojas en blanco, con un membrete precioso de la Facultad de Geografía e Historia de nuestra bienamada Universidad Complutense de Madrid, calle Profesor Aranguren s/n. ¿Que por qué se pone una barra entre la s y la n de la expresión "sin número" cuando evidentemente no debería, dado que no se nos está dando a elegir entre una opción y otra o, o, las dos son igual de válidas? Misterios de aquellos oscuros hombres que hicieron las calles. ¿Qué por qué hay gente que en vez de escribir "oscuro" escirben "obscuro"? Creo que son reminiscencias del lenguaje. Como "mamotreto" o "cabina de teléfono".

¡¡Señoreeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeees!! Que al final, y eso es lo que más gracia me hace, Franco ganó la guerra civil. Sí. Yo he sido el primer sorprendido, al llegar a esa parte. Saltándome 3 años de guerra, que me aburrían un poco. De hecho estoy en posición de afirmar que Franco ganó las elecciones del '36, y aquí no pasó nada.


¿Creeis que aprobaría? Yo no lo dudo.

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