Bisoñe again

Vale vale, que ya se que esta vez me he pasado. Cuando más de 4 personas te dicen que a ver si actualizas, ya te puedes considerar importante enough. De hecho creo que soy un pilar básico en la construcción del día a día de cientos (miles, por qué no) de angustiadas personas, cuyo trance por este valle de lágrimas facilito con estupideces del calibre 32. O vamos, también puede ser que a la gente le encanta recordar a los demás lo que tienen que hacer, en vez de centrarse en lo que tienen que hacer ellos primero (arte en el que yo también soy un ducho maestro -ducho de experimentado, porque ahora mismo estoy en pijama-)

Y en este blog como en la vida real tengo obligaciones. El retretratos. Aún me quedan algunos por subir, pero vamos, yo creo que con el material que había se podía ir ya pensando en una votación y demás. En esta egocracia con apariencia de triunvirato (por Álvaro y Stephane, que no son otra cosa que hombres de paja que yo -todo un Darth Sidius en esto de la política- puse ahí para tener cómplices con los que hacer más llevaderas las penas de cárcel o de exilio derivables de este ejercicio de diarrea mental y haceros pensar que este blog era más colegiado de lo que en realidad es, ha sido, o será) el método de elección de los ganadores me compete solo a mí, y creo que dado que el volumen de participación ha sido mucho mayor en dos casos que en los del resto, el galardón al retretrato más curioso ronda por ahí. De todos modos como no hablamos mucho de premios también podría decir que todos hemos ganado porque todos hemos aprendido algo.

Esta foto es terriblemente homosexual

Ya lo pensaré.

El lunes empiezo prácticas en el colegio. Va a estar divertido porque mi tutor es el Buce, de todos conocido y celebrado excepto para los que no tuvieron el dudoso placer de estudiar en aquél centro marista. Para estos últimos, diremos que es el profesor de historia, de estos aparentemente quemados por la vida pero en el fondo buen profesor, divertido, inteligente y muy muy irónico. Y verle en acción con chavales de la ESO y Bachillerato, tal como vienen -aunque no creo que estén peor que nosotros a su edad-, va a estar curioso.

La movida es que si empiezo el lunes, el martes tengo que acompañarle a cuidar un examen. Y con eso voy a conseguir caer mal a todo chaval que no haya estudiado y pretenda copiar como un cabrón en ese examen pensando que sólo va a estar el Buce en el aula. Sinceramente, como primera ocasión al otro lado de la trinchera, lo último que me apetece es ponerme a coger chuletas y cambiazos; y espero que no me pase lo que a la mayoría de policías locales, algo que resumimos popularmente con la frase de: "en este país le das un uniforme a alguien y ya se cree que tiene derecho a todo". Igual empiezo a vengarme de ellos por todo lo que me han hecho a mi en los años pasados. Tampoco es que me hayan violado con una regla de madera pero seguro que algo encuentro de lo que tomar revancha.

Ella será un buen modelo

... No sabré que hacer con tanto poder. El poder de que poder aburrir a 30 chavales durante 50 minutos. El poder definitivo con el que gobernaré la galaxia.