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27 mayo 2011

Publificadme las pelotas

Me resulta en extremo irritante la omnipresencia de la publicidad en todos los putos lados. Uno entiende que en la tele haya intermedios entre programas de cotilleos y determinadas series como Hispania o así (nunca entre películas y otras series-HBO, por ej.-, están hechas para verlas del tirón y para mí sería como cortar en dos mitades un cuadro y entre ellas yo que sé... imágenes de marcas de detergentes); las cadenas se tienen que financiar y bla bla bla, aunque eso las obliga a rendir pleitesía de vez en cuando y movilizarnos al consumo como puedan. Allá por no sé cuándo, yo creo que en los `90 más o menos pero fuera de España seguramente mucho antes, los protagonistas de nuestras series (Compañeros, Farmacia de Guardia, Médico de Familia...) empezaron a consumir una amplia gama de productos en desayunos desmesurados fácilmente reconocibles por el espectador. Curioso que aún en el caso de que la familia retratada fuera "pobre", no se cortaban a la hora de emplear detergentes o cereales chachis, el último berrido en su campo. Buscando fotos para ilustrar el tema he topado con este artículo de 2007 que se ocupa mucho mejor que yo de la aparición de la publicidad subliminal en los '90. De paso le voy a robar la foto.
 
¡Abre la boca Fofito, que viene el avioncitooooo!

Fuera de la evolución y proliferación -por todos conocida- de está práctica en gran parte de las series españolas, sabemos muy bien que ir al cine y pagar la entrada no te libera en absoluto de tener que tragarte unos cuantos anuncios antes de que comience la peli o incluso dentro de ella, siguiendo pautas similares a las de las series: un cartel de publicidad por donde pasan los protagonistas, ese refresco que se están bebiendo, la franquicia de nosequé cadena de alimentación rápida en la que quedan, el coche que usan, la ropa que visten, la polla que soplan... y un eterno etcétera de técnicas que nos intentar decir qué debemos comprar.

Hasta ahí todo conocido, y dejamos aparte vallas publicitarias, marquesinas de autobus, carteles de metro, la mierda de propaganda del buzón, etc.

El otro día viajaba en Alsa -creo, con tanto viaje ya no estoy seguro, igual era AutoRes, pero seguramente fuera Alsa- y en ese fantástico video que te ponen sobre las putas bondades de su compañía, que a mi me la refanfinflan a niveles de epopeya, me colaron un anuncio de nomeacuerdoqué. Me pareció lahostia ya. A la gente de alrededor no le pareció importar, algunos no tenían cascos y a otros se la soplaría. Quiero decir, que vaya gasto chorra por parte de los publicistas. No me voy a comprar la mierda esa que me propagandeaban por la patilla por el hecho de que me lo anuncien en la pantalla grimosa del autobús. Digo yo. Igual algún iluminado lo hace. Por cierto odio hacer viajes en bus y que no me pongan peli, o que me pongan una de Hanna Montana. Esta semana me la han puesto en dos viajes diferentes, y eso no hay ser humano que lo aguante, de hecho he desarrollado una pequeña fobia a las teles de autobuses a resultas de todo esto.

Y ahí dentro es "where the magic happens"


Ya que estamos con publicidad en los transportes, hablemos de Rayanair y de su puta madre. Vuelos baratos, puede ser -porque luego te empiezan con la chorrada de las medidas de la maleta a ver si te meten otros 40 euros con total tranquilidad, tened cuidado-, pero eso sí que lo pagas. Me llegué a plantear que el cine era tan caro porque lo que pagabas precisamente era que no te cortaran la peli para ponerte más anuncios. Todo el puto viaje de Madrid a Almería, que mirad que dura como 40 minutos, todo el puto viaje, vendiéndonos por el altavoz que si una colonia de ejecutivos -"ejecutar", eso era lo que mi mente registraba-, que si hamburguesas y polleces de comer, que si un reloj, que si el cigarrillo de vapor de agua -que es lo que ya hace que desees matar al locutor- y por útlimo, su sorteo chorra de a ver si te tocan 20.000 euros con esta papeleta de dos, que "el otro día en un viaje a Mallorca a no se quién le tocó un coche". JA. HIJOSde PUTA.


Fuera de la publicidad en los transportes, y olvidándonos de Metro y su autopropaganda constante ante sus "clientes" (ya nunca más viajeros), adentrémonos en el escabroso, ignoto y abismal mundo de la red. Página a la que vas, página en la que aparece publicidad por todos los lados, aunque en niveles diferentes. Las hay, como nuestro querido bisoñé, que hacen uso escaso (¡BISOÑURSO CABRONES!) o ninguno de cartelillos chorras y demás. Hay un segundo nivel, sobre todo en blogs y demás, que tienen bastantes anuncios (lo de monetizar, que tira), llegando en casos a ser bastante molesto, uno está leyendo algo y en medio de una entrada anuncio de google. Me cabrea.

 Pero hay otras en las que la publicidad supera un segundo plano para convertirse en algo molesto, intrusivo y muy tocapelotas. Porque una cosa es esquivar recuadros con publicidad, y otra muy diferente es que te impidan leer o moverte por una página con facilidad. Las páginas de periódicos son artistas: cartelón enorme que tienes tú que retirar para ver la información, publicidad por todas partes que no deja de parpadear y mierdas. Y encima, para ver un puto vídeo, me tengo que tragar un anuncio, lo que me parece digno de giñarse en los calvos, que algo habrán hecho (en general digo, si hubieran sido buenas personas tendrían pelo). En series yonkis han desarrollado un instrumento del mal que va subiendo y subiendo y llega un momento que te tapa completamente aquello que quieres ver y no se puede cerrar. Uno sube con el scroll (ou yeah of course) y esa gilipollez sube contigo. No hay escapatoria. Y tienen otro que se te abre, te ocupa toda la pantalla y encima cuando le das a cerrar te pregunta si quieres cerrarle... ¿pero qué mierda se supone que les pasa en la puta cabeza? Porque yo os pregunto, lectores habituales (el resto de lectores se tienen que ganar el derecho a que les pregunte algo): 

¿ALGUNA PUÑETERA VEZ LE HABÉIS DADO VOLUNTARIAMENTE A UN BOTÓN DE PUBLICIDAD DE INTERNET?

Si la respuesta es NO, felicidades, sois normales. Si la respuesta es "Sí pero tenía problemas emocionales" rezad 5 avemarías. Si por contra la respuesta es "Sí, y volvería a hacerlo" os podéis morir, porque estáis contribuyendo a que ese cáncer infeccioso (este sí que lo es) se propage y viole a niños en sus cunas y viejos en sus mecedoras.

Y por último... No le déis al casino porque no ganas; no contestéis preguntas sobre hacia qué lado gira la bailarina; no, no saben tu futuro;no, no te van a encontrar pareja; No, no es gratis; No, el juego ese no es divertido; No, no vas a adelgazar; da igual quién es el actor que han deformado en la foto...

Si no dejáis de dar a esos botoncicos, os llenaré los buzones con publicidad del chino. Por cierto, dato poco conocido de Pani: colecciona anuncios de comida a domicilio allá por donde va. Tiene MILLONES.

3 comentarios:

  1. ESTHER: Tienes toda la razón!! Lo de viajar con Ryanair es una puta tortura que bien se ppdía haber empleado en la época de inquisición: "condenamos al hereje a que escuche anuncios durante hora aunque intente dormir, lo cual jamas le será permitido!!
    Y lo de Series Yonkis es ya de risa: me encanta sobre todo uno que salia justo antes de darle a la flecha roja de "empezar el buffering para ver el capitulo". Recuerdo que salian otras dos "teclas de play" de color rojo a ambos lados de la buena, y como una de ellas era algo diferente, la gran pregunta absurda y puerta del averno era: "cual de estos 3 botones es diferentes"???
    Quien es el lerdo que hace clic en esa mierda?.... Pues solo te dire que un ingeniero en topografia que ademas era reputado profesor en la Universidad Politécnica de Madrid.... lo sé bien porque me pasé una mañana limpiando su portatil de spam, banners, barras de herramientas falsas.......

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  2. Esto que me comentas es digno de importarle a alguien.

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  3. Deberían hacer un programa sobre el caso. Con mucha publicidad de ordenadores.

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